Subiéndose al mangrullo se supone que se puede mirar cierta distancia, hacia adelante o hacia atrás.
No quiero utilizar los conceptos laterales (hacia la izquierda o hacia la derecha, para evitar confusiones).
Hacia atrás se ve mucho barullo, frases y palabras fuertes, esas palabras que uno larga caliente y luego se arrepiente, sobre todo, si no puede sostenerlas.
Hacia adelante, lamentablemente, no ve nada. Nada nuevo. Hay un desierto, y algunos camellos.
- ¿No se ven seres humanos?
- ¿Humanos? No.
Una vecina, a quien se la conoce como la Derecha, se encuentra muda.
La vecina de enfrente, que se autodenomina la Izquierda, también está callada.
Y como se sabe, los que viven en el Centro, nunca dicen nada que pueda afectar su realidad alcanzada y sus intereses inmediatos.
La primavera viene complicada. Una primavera negra. Ojalá no sea como la de Praga.
En aquella ocasión “La invasión de más de 250.000 soldados de la Unión Soviética, Bulgaria, Hungría y Polonia, en la noche del 20 al 21 de agosto de 1968, puso fin a las reformas sociales y económicas y marcó el comienzo de dos décadas de duras políticas dictadas por los soviéticos”.
En aquellas circunstancias, de Rusia no enviaban vacunas, mandaban soldados bien armados, aviones y tanquetas.
En esos mismos días, en Argentina, reinaba Onganía, iniciando un período terrible para nuestro país, con militares alzados contra la democracia, representada en la persona de Don Humberto Illía, que, casualmente, había enfrentado a los laboratorios internacionales por el negocio de los medicamentos.
Hoy vivimos una historia diferente. Sin militares (por suerte).
Estamos todos los ciudadanos afectados y preocupados por una grieta de tipo ideológico en el partido de gobierno, luego de perder las elecciones legislativas previas.
Mientras se desarrolla la gran crisis algunos se preguntan: ¿Quién fue el responsable? ¿Quiénes son los afectados?
Dos respuestas simples: Los responsables son ELLOS, los políticos; Los afectados somos todos NOSOTROS, el pueblo.
Esta es una nueva grieta que se pretende desimular.
Llevan una semana en la disputa del poder sin que se les ocurra pensar en la situación del país y de la gente.
Elegirán reemplazantes de funcionarios pensando en sus tribus y no en la capacidad profesional y el compromiso, requeridos para encontrar soluciones a los muchos y duros problemas que tenemos.
No esperemos patriadas, solo seguiremos viendo disputas de poder.
Lo que se encuentra en riesgo es el destino del país, sin embargo ellos piensan solamente en no perder las elecciones.
Y cuando decimos “ellos” decimos todos los políticos, lamentablemente.
La especulación domina a todos, piensan, lo saben, sin decirlo, aquellas vecinas que nombramos.
Es cuestión de esperar, dice el Antiguo Amaicha, no se ven luces en el presente, pero puede ser que todo esto ilumine el mediano o largo plazo.
Eso, no otra cosa, es la esperanza.
Espacio Cultural El Sitio
Septiembre 19, 2021.