299. Tres climas

La realidad nos tiene frente a las consecuencias de tres climas: el clima ambiental, frío, cálido, alterno y cambiante. El clima sanitario, preocupante, irresuelto, amenazante; y el clima político preelectoral, decepcionante.

El clima ambiental nos está dando un respiro con un inesperado veranito en pleno mes de julio. Lo de respiro es un decir, porque en las serranías turísticas, lo que se respira es humo.

Amigos, yo se los digo: o nos ponemos serios, o se nos quemará todo.

El clima sanitario nos informa que están disminuyendo los contagios y los fallecimientos, pero nos preocupa la aparición de nuevas cepas y la demora de aplicación de las segundas dosis de la Sputnik V, que tiene a muchos desvelados e indecisos sobre si será posible y conveniente aplicarse de nuevo la primera, de otra marca.

Nadie se anima a definir con claridad la vigencia de esa posibilidad.

Como siempre, miremos a Europa, ellos van un semestre adelante, y nos muestran una foto de lo que puede ser nuestro futuro dentro de seis meses.

¡Qué destino el nuestro, siempre mirando y esperando a Europa!

En la política ¿Qué podemos decir?

Las mismas caras, los mismos nombres, las mismas peleas entre ellos, los mismos reproches fingidos, la impotencia del electorado obligado a elegir entre candidatos puestos a dedo por las cúpulas, sin participación alguna de los que luego debemos ser votantes.

Uno mira en los medios los mecanismos que suceden, digo, que suceden impunemente, a nuestras espaldas.  Solo explican razones entre ellos, acuerdos secretos, compromisos de grupos, favores que luego pagamos entre todos.

Una a favor: en el mundo se ha roto la rutina, ser ciudadano se ha vuelto una aventura.  Transitar cada día una escaramuza que debemos pelearle a la realidad. Los barbijos y las distancias son las trincheras que nos refugian.

Continuar viviendo se ha convertido en lo que realmente es:  una posibilidad.

No deja de ser bueno, de vez en cuando, ver la verdadera circunstancia de la raza, casi siempre distraída por consumos obligados, pensando tontamente que domina la realidad a su alrededor, apostando con sus mezquindades en la lotería de futuros improbables.

Es posible que de pronto suceda el milagro, y la conjunción de estos tres climas nos obliguen a pensar en la posibilidad olvidada de elegir nuevos caminos.

Algunos exploradores queremos ofrecer esa alternativa.

Se trata simplemente de cerrar los ojos anta la incandescente realidad y soñar un poco, tratar de descubrir lo importante, separar la paja del trigo, se decía antes.

Lo realmente importante es el paisaje, no la fotografía que de él tomamos.

Lo trascendente es la felicidad, esa sensación misteriosa que sentimos frente a cosas simples que nos suceden y que muchas veces, porque no las entendemos, las postergamos.

Debemos recordar que cada minuto feliz vale oro, no lo desperdiciemos en cuestiones vanas. 

Y sigamos adelante, esa es la aventura.

Espacio Cultural El Sitio

Julio 24, 2021.

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