295. La educación en crisis

Es conocido que los chinos interpretan la palabra “crisis” como “oportunidad”.

Debiéramos pensarlo, y aprovechar este detenimiento obligatorio de las clases presenciales para revisar metodologías y contenidos, que se adapten mejor al formato virtual que debe practicarse, obligados por el aislamiento, que no sabemos cuánto va a durar y cuantas veces se puede llegar a repetir en los futuros próximos. Futuros en plural, porque podrán ser diferentes en cada región nacional.

El viejo concepto de la “educación” se ha visto en el presente acompañado (a veces reemplazado) por necesidades concurrentes. Los psicólogos marcan la importancia que tiene para niños y jóvenes la vida social en los colegios. Los sociólogos ponen el énfasis en que ese lamentable porcentaje elevado de niños pobres, puedan acceder a una comida caliente y digna, al menos una vez al día.

Dos asuntos complementarios a la educación.

La educación ya venía en crisis antes de la pandemia. Un retroceso de la cultura general. Un abandono de la lectura tradicional mal reemplazada por las nuevas comunicaciones digitales. Un idioma cada vez más pobre. Mal sintetizado por las nuevas formas adoptadas, y no hablo solo de las variantes inclusivas sino por las frases incompletas que caracterizan al lenguaje joven, más poblado por imágenes que por palabras.

Debemos tener cuidado, las imágenes no trasmiten, en general, la precisión de las palabras.

Esa precisión se va perdiendo a medida que los chicos abandonan el lenguaje, disminuyen la lectura, se desinteresan por la cultura, no revisan la historia.

La agilidad mental ha sido reemplazada por la agilidad en los dedos para escribir mensajitos en los pequeños teclados de los teléfonos. Se van imponiendo las palabras simplificadas, acortadas, o peor aún, reemplazadas por emoticones imprecisos.

La realidad vivida durante este largo año pandémico (que puede repetirse, dicen) obliga a pensar en nuevos formatos educativos. Hay que realizar una simplificación elaborada que reemplace a la simplificación adoptada para salir del problema.

Atención, no queda otra que simplificar.

Hace bastante tiempo que el énfasis se hace necesario instalarlo en el lenguaje, en la comprensión de texto, en la matemática. Tres cuestiones básicas para el pensamiento lógico. Esos temas son los puentes que nos permiten llegar a los conocimientos. Hay que garantizarlos.

La información sistemática (enciclopédica) actualmente es posible encontrarla en las pantallas si logramos instalar el interés por conocerla. Despertar el interés, de eso se trata.

Motivación y exigencia debieran ser combinadas para alcanzar una escala social no determinada por el dinero. Que sea la cultura, los conocimientos, los que generen las posibilidades. Que se recuperen los oficios, las habilidades. Que el cerebro compita con el cuerpo. Que la belleza interior vuelva a recuperar su espacio. Que el músculo no sea más importante que el pensamiento.

Recordar que ya hubo un tiempo en el cual a los musculosos los tiraban al ruedo para que pelearan con los leones. Casi siempre ganaban los leones, que no necesitaban entrenar en los gimnasios, su fortaleza natural, su astucia, y la necesidad,  determinaban la batalla.

El ser humano tuvo que utilizar entonces el cerebro para inventar armas que le permitieran competir contra la fuerza bruta de los músculos. No solo lo logró, se le fue la mano al hombre.

Vivimos realidades en las cuales la velocidad de los impulsos intuitivos reemplazan a las reflexiones. 

Mucha gente joven confundida por la vorágine que los arrastra hacia una vida breve mientras la ciencia apuesta a prolongarla. 

Una cultura presentista que no permite detenerse al costado del camino para tratar de saber hacia dónde nos conduce.

Vamos, dicen casi todos, sigamos, por allá se encuentra el futuro. ¿cómo? Preguntan algunos, ¿Al futuro no lo construimos nosotros?  Eso era antes, le responden. Ahora el futuro ya existe, no hay que pensarlo, solo hay que vivirlo, olvidando el pasado.

Todo está ya calculado, hermano, al resultado lo tienes en tu celular, no necesitas buscarlo.

No necesitas llenarte de preguntas, todas las respuestas las tienes en la compu.

¿Hacia dónde vamos?

Nadie lo sabe, pero sigamos.

Espacio Cultural El Sitio

Junio26, 2021.

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