(diálogos familiares)
Esta vez tenemos de todo – dijo mi amigo – serán elecciones novedosas, y tal vez históricas. La primera elección nacional en la cual todos se sentirán perdedores. Y es muy posible que, además, realmente lo sean.
Hay cansancio social electoral – dijo un experto en determinar sensaciones.
Una primera protagonista electoral es la pandemia, género femenino, por cuestiones de igualdad (primero es bueno mencionar a ellas). La pandemia a puesto a competir palabras y conceptos nuevos en la puja política: aislamiento, presenciales versus virtuales (no virtuosas).
Sistemas de medición de la tragedia ponen a discutir a los inexpertos si es mejor tener en cuenta porcentajes comparativos o número de camas ocupadas. (Hasta no hace mucho tiempo este último concepto era utilizado para medir el turismo en las regiones).
Vamos en caída, dijo un intendente, tratando de utilizar un próspero hotel en ampliación del hospital.
Sin ninguna duda, la pandemia, es la que puede convertirnos a todos en perdedores. “Tenemos un tres de copas para enfrentar al siete de espada”, se escuchó decir a un funcionario de la salud. El siete de oro lo tienen los chinos; el as de bastos los rusos y el macho de espada lo oculta la Pfizer.
El resto de las cartas tienen nombre raro, todos los días cambian.
No son naipes españoles, – dijo un gobernador- son naipes chinos, en lugar de caballos exhiben dragones.
“Ahh, entonces en estas elecciones ¿no jugarán los reyes?” – preguntó un presidente con temor a sus furcios. Cállate la boca, le replicó la Reina, deja ya de meter tanto la pata.
“No me digas eso – replicó el aludido – el “otro” me superó: se abrazó con Bolsonaro. Ese es un gesto decididamente pianta votos.
“Basta ya de argumentar” – le respondió la Reina – tú debes dedicarte a conseguir vacunas,, todas las que puedas, no importa la marca, la gente está asustada y quiere vacunarse, tenemos que liderar esa campaña… ¿no te das cuenta que hasta los gobernadores sin recursos están tratando de comprarlas, por su cuenta?
Seguramente leen a escondidas los informes de Durán Barba – replicó un inseguro furcista empedernido.
“Te dije que te calles la boca, no hables más, deja que hable tu canciller, otro experto en meter la pata, así lo cambiamos de una vez por todas, sabes que no me gusta”.
No te preocupes, estas próximas semanas no me dedicaré a la diplomacia, basta de indios y de barcos, me dedicaré a la economía.
“¡Dios nos salve!, ¿por que no te dedicas a tus perros? Esa es tu mejor imagen… saca también a pasear a tu princesa, tiene cara de buena y está aprendiendo rápido a elegir ropa de moda, pero cuida que la controlen los asesores de imagen, que no la dejen sola, no sea que por acompañarte, se dedique también a los furcios…”
No te preocupes, me dedicaré a gobernar, ésa es mi función….
“Mmmm… no estoy segura, eres uno de los pocos que logró perder dos alfiles en una sola jugada”, la estrategia no es tu fuerte… la verdad es que no sé a qué puedes dedicarte….siento que tu caída es imparable… eso opinan hasta las propias madres, además de las chicas y muchachos duros del conurbano, que como sabes, es nuestro bastión… o era, ya no estoy segura siquiera de eso…creo que mi chico anda distraído…”
“Es la pandemia….no te preocupes, conseguiré millones de vacunas y ganaremos las elecciones…”
“¿De dónde las sacarás?”
“Me las prometieron los chinos y los rusos, incluso, con sus asistencias, las haremos aquí, reflotaremos el modelo nacional…”
“Y popular, no te olvides de esa palabrita, nunca debe faltar en el discurso de un buen populista… nacional y popular, esa debe ser la consigna… y trata de que las vacunas nacionales den buenos resultados, en caso contrario, nos hundimos… no habrá discurso que nos salve…”
“Insisto, no te preocupes, los oponentes andan peor que nosotros, están desencontrados, divididos, desorientados, no tienen un miserable proyecto… lo único que hacen es criticarnos….y pelearse entre ellos…”
“No les tengo miedo a ellos”.
“¿Y a qué le temes?
Al que regrese el “que se vayan todos…”.
Que se esté usando la palabra “cepo” me preocupa. En nuestro país la carne, es casi tan importante como el dinero, y cepo me suena a corralito…¿No recuerdas?
“A mi preocupa lo que anda diciendo Berni…¿Por qué se lo permites?
“Lo aprendí del General, para ganar en la ruleta, hay que apostar al rojo, y también al negro.”
Y se acabó, me voy a la peluquería y luego al Congreso. Chau.
Con un poco de buen y necesario humor, los saluda hoy el
Espacio Cultural El Sitio
Junio 12, 2021.