Indudablemente esas dos palabras – piensan algunos – simplifican la comprensión de los inexpertos, tan simple como eso: solo dos opciones.
Así también nos tratan de explicar la realidad simplificada: dos polos; dos ideologías; dos lados de la grieta; dos, solo dos, no pienses más, solo decídete de cuál lado quieres estar.
¡Qué menosprecio al pensamiento!
Entre los dos polos podemos encontrar al mundo entero.
Infinitas latitudes pobladas.
Es más, descubriremos que, justamente, nadie vive en esos polos extremos.
Al decir de los concretos, esos polos son abstractos.
Nunca la realidad política, económica y social se pudo explicar – y menos aún resolver – mediante semejante simplificación.
La teoría de los dos únicos polos sirvió para las guerras; para los poderosos; para los fanáticos; para Dios y para el Diablo; la teoría de las dos violencias; para los aprovechados; para tratar de convencernos a nosotros. Y vendernos el paquete. Armado. ¿Por quién? Vaya uno a saber. Negocios son negocios.
Blanco o negro. ¿No existen los grises?
El gris es una mezcla. Nos dicen.
Exactamente. Una mezcla en la cual se puede regular el tono.
No, – insisten – : la cosa es el Estado o el Mercado. Elige.
No me menosprecien, yo no creo en esos extremos.
Yo creo que los pueblos pueden construir modelos de organización política, económica y social, acorde a sus necesidades, cultura y oportunidades.
No me vendan el rompecabezas armado.
El rompecabezas es un juego para armar.
El mundo no está bien resuelto ni por un capitalismo prepotente ni por un comunismo oportunista. Bueno, por ahí tienes un montón de modelos socialistas. Elige.
Volvemos al comienzo: ¿Es que no podemos pensar cómo debe ser nuestro país?
Debemos imitar a Finlandia o a Cuba, a Suecia, a Bulgaria, a Rusia, a China o a Alemania?
Sin mencionar al viejo mundo musulmán o al nuevo islámico. Por citar algunos.
Nuestra mayoría silenciosa está esperando que algunos destacados pensadores le ofrezcan un modelo razonable, sin tanta vehemencia ideologizada, un modelo más simple, que organice el trabajo, distribuya la riqueza y administre bien el patrimonio que es de todos, según reza la historia desde la Independencia.
Si, que es de todos. ¿O no?
Que no se trate de tirar la moneda entre el Estado o el Mercado.
Muchos países modernos utilizan a los dos, en pensadas proporciones. Hasta los chinos, sí, hasta los chinos que en el pasado siguieron a Mao, sí señor.
Alguna vez en Yalta se dividió el mundo en dos. Pero eso sucedió hace mucho. Ya pasó.
Hoy el mundo está muy repartido en variados modelos diferentes. Muchos. Que los bipolares no los ven. No quieren recordar a Los No Alineados; a los Setenta y Siete (G 77); a la OPEP, que puso en jaque a los dos polos, y entre ambos la pulverizaron.
¿No lo recuerdan? ¿No oyeron hablar en aquellos tiempos de La Tercera Posición? Es entendible que se hayan olvidado. Casi todos esos líderes están muertos, a varios de ellos los mataron. Dicen que los disparos salieron de alguno de esos dos polos.
Ahora se trata que los argentinos dejemos de pelear por ideas abstractas, achiquemos distancias, analicemos la jodida realidad que tenemos, y armemos nuestro propio modelo.
No nos queda mucho tiempo. Nos quieren comer algunas riquezas que nos quedan.
Lo sabemos.
Espacio Cultural El Sitio
Mayo 8, 2021.