284. Las economías informales

Las grandes crisis económicas siempre generaron economías informales.

Nos referimos a sistemas productivos, de servicios y comerciales que funcionan en escalas reducidas al margen del sistema legal que regula esas actividades.

Tan grande es la dimensión de la crisis que está provocando la pandemia del Covid que no imaginamos todavía los alcances que tendrá el desarrollo informal en todas las sociedades alcanzadas.

 

Muchos son los que pregonan “basta de subsidios”, no alcanzan,  hace falta trabajo.

Pero no resulta fácil crear trabajo.

Mendocinos, sanjuaninos y tucumanos se quejan porque no hay mano de obra, dicen, para las cosechas. ¿La razón? Si trabajan en blanco, los desocupados pierden el subsidio, luego finaliza la cosecha, y no recuperan el subsidio.

Esto viene sucediendo – recuerdo – desde hace más de 20 años después de cada última crisis, cuando hubo que apelar a los sistemas de subsidios para que no se desbarranque lo social.

 

Pero nos creemos un país inteligente… Resolver ese problema debiera ocupar solo algunos minutos de los legisladores para flexibilizar la ley, creando tan solo la figura de “suspensión transitoria del subsidio, mientras dure el trabajo”.  Tendría que haber acuerdo entre las bancadas porque a todos, cuando fueron gobierno, les sucedió lo mismo.

Los empresarios debieran también asegurar salarios mejores que los subsidios, para convencer a los desocupados que trabajar es más rentable que vivir subsidiado.

Si la ecuación económica no cierra, por esas cuestiones de los precios, los señores legisladores deben trabajar un poco más y encontrar fórmulas intermedias, como reducir proporcionalmente los subsidios mientras dure el empleo.

Y de paso racionalizar el tema de los impuestos, que son salvajes. Y que gran parte de lo recaudado se utiliza para mantener burócratas inútiles.

 

Claro, falta decir algo importante: es necesario que exista seriedad en todas las partes. Que nadie se aproveche de los otros, y que alguna vez entiendan que el Estado somos todos, y que el dinero que reparte lo ponemos con las retenciones de todo tipo, con los impuestos, y que las jubilaciones que nos pagan no son un regalo, es la justa devolución de nuestros oportunos aportes.

 

Pero el título de la nota es economías informales. El emprendimiento, el rebusque para enfrentar la tormenta, el negocito, el tallercito, el oficio libre, es decir, lo que se pueda.

Nuevamente tienen que trabajar los legisladores y flexibilizar el sistema. Permitir la creación de estructuras que faciliten (no que compliquen) la salida emprendedora.  Que no estén pensando solamente en ponerle un impuesto antes, incluso, antes de comenzar, como sucede con las inscripciones. Primero pague.

El nuestro se ha vuelto un país difícil para producir. Pareciera que producir fuera un pecado que debe ser castigado con regulaciones de todo tipo.

Obligan a mentir en el confesionario. Entonces lo castigan el doble, con retroactividad e intereses punitorios.

 

Mientras que algunos señores importantes, con guantes blancos, hacen lo que realmente quieren. Viven a expensas del Estado (es decir, de nosotros), o ponen una empresa o un negocio y suben los precios todas las semanas. Nadie les dice nada. Pareciera que allí no anidan los pecados.

 

Lo que se viene es serio y peligroso, o la gente inventa algún trabajo u oficio para generarse algún ingreso decente, o recurrirá a la trampa, o peor, a la delincuencia social.

No se le puede exigir una moral a alguien que no puede alimentar o comprar medicamentos para sus hijos.

Algún amigo le prestará un revólver, o lo comprará en la calle,  y saldrá a ver si consigue algo.

Así será, por lo menos,  la mitad de la futura delincuencia si no encontramos un rumbo transitable,.

Las fuerzas de seguridad y la justicia perseguirán al presunto ladrón y lo castigarán.

El tipo vacilante, algo arrepentido, mirará hacia arriba y le preguntará a su Dios: ¿Qué debo hacer Señor?

 

Dios evaluará la realidad y le dirá: tu deber es darle comida y salud a tus hijos.  Y sanseacabó, que este problema lo arreglen los legisladores terrenos.

 

¿Se entiende como está la cosa?

Los legisladores, por fin, podrán justificar sus sueldos.

 

 

Espacio Cultural El Sitio

Abril 10, 2021.

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